Deme Su Voz, Deme Su Mano

Déme su voz, déme su mano
deje la puerta abierta
que busco amparo.

Racimo de tentaciones
quieren cambiar mi destino
como perros juguetones
se cruzan en mi camino
de que me voy a cuidar
si la vida se arranca
en medio de nubarrones
que aprisionan mi garganta.

Déme su voz, déme su mano
deje la puerta abierta
que busco amparo.

Me cuido de las miradas
de las palabras ingratas
de los malos pensamientos
que se cruzan como lanzas
no quiero mirar el sol
que brilla con insolencia
cuando la lluvia acaricia
con infinita paciencia.

Déme su voz, déme su mano
deje la puerta abierta
que busco amparo.

Leyenda de encantamiento
concluyen los elementos
que se enredan por mi pena
cual doloroso concierto
en medio de estos abismos
brilló una luz de improviso
que deslizó por mis venas
las llaves del paraíso.

Déme su voz, déme su mano
deje la puerta abierta
que busco amparo.

Ví cruzar por la pampa
llorando, llorando
la mujer del minero
sus pies sangrando
por qué llorará este pueblo
voy preguntando
Ayayayay!

Si yo salgo a la pampa
voy a gritar:
No queremos extraños
que vengan a quitar
lo que nos da la tierra
nuestra tranquilidad!
Ayayayay!

Yo defiedo mi tierra
porque quiero porque quiero
sacar el triste llanto
de la mujer del pueblo
quiero que no haya sombra
en el rostro del minero
Ayayayay!
En el rostro del minero
Ayayayay!

Paloma de incertidumbre
estabas acostumbrada
a gozar con los temores
de un alma desamparada
claveles multicolores
fragancias de alhelí
florecerán para mí
a cambio de mis colores.

Déme su voz, déme su mano
deje la puerta abierta
que busco amparo.

>Nela<