El Sacristán
Los amores del Sacristán,
son dulces como la miel.
Amor que no se desea,
no puedo vida vivir con él.
Porque me gusta el sacristán,
toca la campanilla.
Tilín Tin Tin.
Tilín Tin Tan.
Una beata estaba enferma,
sin poder disimular,
quería que le trajeran,
ya al nombrao sacristán.
La beata que no ha tenido,
amores con sacristán,
no sabe lo que es canela,
anís, chocolate con flan.
Para toda la compaña,
florecita de azahar,
ya le canté los versitos,
del mentado sacristán.