Quisiera decir ¡no!
Quisiera decir ¡no!, continuamente
Y estoy diciendo ¡sí!, hora tras hora
Quisiera destruirme de repente
Quisiera revivir en cada aurora
Me queda el gusto de tus tristes besos
Me duele el rostro de la amarga espina
Y llevo por el río de mis huesos
Aquello que comienza y no termina
Te veo cuando cierro las pestañas
Te llamo sin llamar con voz de plomo
Te quiero cuando te odio todavía
Te llevo como un grito en las entrañas
Y no sé cuándo ni porqué ni cómo
Odiándote, te digo vida mía, vida mía, vida mía