Las vueltas de la vida
Parao en la vereda,
bajo la lluvia que me empapaba,
la vi pasar.
El auto limousine,
como un estuche, de mí la aislaba
con su cristal.
Frenó, me dio dos mangos
y en la mirada de indiferencia
que echó al seguir,
noté que para ella
yo era un mendigo sin importancia...
y me reí.
¡Gran perra! ¡Las vueltas que tiene la vida!
Ayer yo era rico, su amor disfruté,
de sedas y encajes la tuve vestida,
y alhajas y coches sin par le compré.
La timba más tarde me tuvo apurado,
el juego es más perro que toda mujer.
Sin plata muy pronto me vi abandonado
y hoy mango de a un peso si quiero comer.
¡Qué cambio! Yo he sido un bacán afincado
y hoy pasa a mi lado,
casi sin mirar,
y me tira limosna al pasar.
Parao en la vereda,
bajo la lluvia que me empapaba,
hoy recordé
los besos tan sinceros
que ella me daba cuando yo era
un gran mishé.
¡Mujer, pa' ser falluta!
dije, amargado, y sus billetes despedacé.
Después, silbando un tango,
galgueando de hambre,
pa' mi cotorro me encaminé.