De Buena Salud
Liliana Felipe
Te quiero tanto
te conozco tanto en siete años
que la vida generosa nos prestó
para el amor.
Te pienso tanto
y necesito tanto de tu vientre
en las mañanas cuando el caballito blanco
pide calor.
No me abandones
porque aunque amo doble no me parto
y por mi parte sigo firme como un roble
y sabes que
no habrá necesidad de olvido
ni de adioses, ni perdón,
ni certificados de mi ausencia
por aquí nadie murió.
Y por si fuera poco te digo
que mi amor goza de muy buena salud.