Me Llamas / El Pajarillo
Me llamas, para decirme que te marchas
que ya no aguantas mas, que ya estas harta
de verle cada día, de compartir su cama
de domingos de fútbol, de vida en casa.
Me dices que el amor, igual que llega pasa
y el tuyo se marchó por la ventana
y que encontró un lugar en otra cama
y te has pintado la sonrisa de carmín
y te has colgado el bolso que te regalo
y aquel vestido que nunca estrenaste, lo estrenas hoy
y sales a la calle buscando amor.
y te has pintado la sonrisa de carmín.
Me llamas para decirme que te marchas
que ya de vuestro amor no queda nada
que se busco otro nido, que abandonó tu casa
que te faltan caricias por las mañanas.
Me dices que el amor, igual que llega pasa
y el tuyo se marchó por la ventana
y que encontró un lugar en otra cama
y te has pintado la sonrisa de carmín
y te has colgado el bolso que te regalo
y aquel vestido que nunca estrenaste, lo estrenas hoy
y sales a la calle buscando amor.
Maquillaje a granel usaba a diario
Y vendía su piel a precio caro
De las ocho a las diez
En una esquina era joven infiel
Era rosa y espina
Y se llamaba no sé
Nunca lo supe, nunca le pregunté
Nunca dispuse de su tiempo en su piel
Era un mocoso y tan solo le miré
De pozo en pozo
Y era un pajarillo de blancas alas
De balcón en balcón, de plaza en plaza
Vendedora de amor
Ofrecedora para el mejor postor
De su tonada
Cinco inviernos pasaron y ahí seguía
La misma hora de ayer, la misma esquina
Era joven infiel y aún tenía la rosa de su piel
Y más grande de espina
Y sonreía al pasar de los mirones
Bajo de aquel farol, noche tras noche
Veinte veces se la llevaron presa
Y cantó su canción
Tras de las rejas
Y era un pajarillo de blancas alas
De balcón en balcón, de plaza en plaza
Vendedora de amor
Ofrecedora para el mejor postor
De su tonada
Se le arrugó la piel
Y el maquillaje, suficiente no fue para taparle
La huella que dejó el sexto invierno
Se le acabó el color
Y hasta el aliento
Y de las ocho a las diez
Solo en la esquina
Se quedó aquel farol y aquella espina
La rosa lo selló a dónde se iría?
Se llamaba, no sé
Y sonreía
Y era un pajarillo de blancas alas
De balcón en balcón, de plaza en plaza
Vendedora de amor
Ofrecedora para el mejor postor
De su tonada