Descarte
Enrique Cadícamo
En dirección pa'l bulín,
siempre por la misma calle,
la del tembloroso talle
y los labios de carmín,
va palpitando su fin
desde que está enferma y mal
descarte del arrabal,
que ya me parece verte,
que te da espiante la muerte
del lecho de un hospital...
Abandonaste tu hogar
en la flor de tus abriles,
tus caprichos infantiles
que quisiste realizar.
Y hoy, va a la iglesia, a rezar
arrodillada, tu vieja,
le ruega a Dios, te proteja
y te ordene regresar...
Y encima tu "shacador"
que no la va de manguero
por cada giorno fulero... le da
le da un amasijo flor.