No Olvides
Olvídame,
me dices quebrando la voz, parada en el umbral,
intentado disimular dos lágrimas.
Mirando sin mirar en el horizonte,
malditos celos que te impiden ver la realidad.
Intento abrazarte, pero me das la espalda,
jurando por tu vida que ya no volverás.
No olvides
que el hombre que te amado más
es éste pobre diablo
que te daba el alma hasta en un café,
en cada beso a diario,
que gozaba a plenitud de ti,
hasta un roce casual.
No olvides
que cada paso que des
será en mi una herida,
que los celos siempre son
el cáncer de la vida
y por celos me estás condenando
a vivir sin ti.
Y dicen que a veces me recuerdas,
y hasta un beso le das
a esa foto mía que feliz un día yo te regalé,
que dices que intentas en vano arracarme de ti,
será que te marcada a fuego en el alma.
Huellas en tu almohada, huellas en tu piel,
huellas que no hay celos que hagan desaparecer.
No olvides
que el hombre que te amado más
es éste pobre diablo
que te daba el alma hasta en un café,
en cada beso a diario,
que gozaba a plenitud de ti,
hasta un roce casual.
No olvides
que cada paso que des
será en mi una herida,
que los celos siempre son
el cáncer de la vida
y de celos te alimenta el Diablo,
y al hacerlo me estás lastimando,
y por celos me estás condenando
a vivir sin ti.