Preludio para el Año 3001
Renaceré en Buenos Aires
en otra tarde de junio
con estas ganas tremendas
de querer y de vivir.
Renaceré fatalmente
será el año 3001
y habrá un domingo
de otoño por la Plaza San Martín.
Le ladrarán a mi sombra
los perritos vagabundos
con mi modesto equipaje
llegaré del más allá.
Y arrodillada en mi Río de la Plata
lindo y sucio
me amasaré otro incansable
corazón de barro y sal.
Y vendrán tres lustrabotas
tres payasos y tres brujos
mis inmortales compinches
gritándome, ""fuerza che ! ""
""Nacé, nacé, dale vida
metele hermana que es duro
pero muy bueno el oficio
de morir y renacer! "".
Renaceré, renaceré, renaceré
y una gran voz extraterrestre
me dará
la fuerza antigua y
dolorosa de la fé
para volver
para creer, para luchar.
Tendré un clavel
de otro planeta
en el ojal,
porque si nadie ha renacido
yo podré,
mi Buenos Aires.