Detente Alma Mía
Perturba aquel intruso en el silencio
Y aunque la música no deja de sonar
Me congela la razón y el pensamiento
Y el aguijón de lo incierto duele aún más
Tanto saber, tanto entender todo se olvida
Cruel realidad que me atrapa y me domina
Amar de invierno que me roba la alegría
Infiel demonio que susurra que me rinda
Cómo escapar del huracán que me castiga
Y respirar de la verdad de tu deidad
Cómo ser fuerte cuando el miedo paraliza
Por qué olvido que en mis luchas tú aquí estás
Detente alma mía no estás sola
Que de la lluvia él aún trae paz
Abrígate y ve de sus promesas
No olvides que la cruz vacía está
Sacude tu mirada de cenizas
Respira y recuerda la canción
De aquel humilde y fuerte carpintero
Que con su sangre él por ti escribió
La libertad parece tan ajena
Los fracasos que me hacen tropezar
Son tanto años que camino por tus sendas
Que creería que nada me hará dudar
Y aunque un nuevo invierno pronto se avecina
Intruso de la paz y de esta mi verdad
No beberé de aquella fácil cobardía
Inquebrantable me reusó a renunciar
Detente alma mía no estás sola
Que de la lluvia él aún trae paz
Abrígate y ve de sus promesas
No olvides que la cruz vacía está
Sacude tu mirada de cenizas
Respira y recuerda la canción
De aquel humilde y fuerte carpintero
Que con su sangre él por ti escribió
Llega la libertad, me abraza como el mar
Me besa tu deidad y no te vuelvo a amar
El miedo ya no está, huye de mi cantar
Renazco como el sol, hoy vuelvo a respirar
Detente alma mía no estás sola
Que de la lluvia él aún trae paz
Abrígate y ve de sus promesas
No olvides que la cruz vacía está
Sacude tu mirada de cenizas
Respira y recuerda la canción
De aquel humilde y fuerte carpintero
Y que a tu lado siempre estará